viernes, 6 de diciembre de 2013

EL ÁGUILA HA MUERTO


La noticia era esperada, pero no por eso menos triste. Hoy pensamos en esa tierra que amamos tanto y en esa figura que tanto admiramos: voló. 

Nuestra amiga y escritora Patricia Schonstein Pinnock ha escrito un poema que ha colgado en su blog y que podéis leer pinchando aquí o leerlo a continuación con la traducción al castellano.

Ingqanga ifile: el águila ha muerto

Poema de alabanza a Nelson Rolihlahla Mandela 1918-2013

Traducción de José Manuel de Prada-Samper


Ingqanga ifile The Bateleur is dead
El águila ha muerto
Yazalwa sekusaziwa ukuba iyakuphelela phi na
He was born with his destiny written for him
Nació con su destino escrito
Nangona umzimba wayo wawuthozamile
Though his boyhood was humble
Aunque fue humilde su niñez
Yaba yingangamsha esebenzela ilizwe
He became a great statesman
Llegó a ser un gran estadista
Yayihamba njengekumkani kodwa inentobeko
He walked like a king yet was modest
Caminaba como un rey pero era modesto
Yakha yaligorha elixhobileyo
He was once an armed warrior 
Fue en tiempos un guerrero armado
Kodwa yazibeka phantsi izigalo
But he put down his weapons
Pero depuso las armas
Yaza yangumfuziselo woxolo
And become an icon of peace
Y se convirtió en un icono de la paz
Yayingumthetheleli wabo bacinzelekileyo
He was a spokesman for the oppressed
Fue portavoz de los oprimidos
Nabo babefumene uphum’ aphele
And for the banished
y de los desterrados
Yawaqhawula amakhamandela ocalucalulo
He broke the chains of apartheid
Rompió las cadenas del apartheid
Yasifundisa ngoxolelwano
He taught us reconciliation
Nos enseñó la reconciliación
Yazamkela iintshaba zayo
He embraced his enemies
Abrazó a sus enemigos
Ayizange ibenekratshi kwabo babeyivalele entolongweni
He had no hatred for those who imprisoned him
No sintió odio hacia quienes lo encarcelaron
Silandela ekhondweni layo
In his flight path we follow
Seguimos la estela de su vuelo
Iimpiko zentaka enobuqaqawuli zisikhumbuza ngendoda yamadoda
The wings of a majestic bird remind us of a great man
Las alas de un ave majestuosa nos recuerdan a un gran hombre
Nelson Rolihlahla Mandela!
Ngqanga! Bateleur!
¡Águila!
Siyakubhotisa Madiba! Hail! Madiba!
¡Salve! ¡Madiba!
Siyakuhlonipha! We honour you!
¡Te honramos!

In Xhosa bird lore, ingqanga, the bateleur eagle (terathopius ecaudatus), is held in great awe and thought to be a bird of omen.
 En el acerbo xhosa sobre los pájaros, a ingqanga, el águila volatinera (Terathopius ecaudatus) se le tiene gran respeto y veneración y se la considera un ave portadora de presagios.
It is now so rare and so seldom seen that its very name has a magical quality.
Es ahora tan escasa y se la ve tan raramente que su mismo nombre tiene atributos mágicos.
Should its call be heard, it is considered extremely lucky and it is believed that something good will happen.
Escuchar su reclamo se considera muy afortunado, y se cree que sucederá algo bueno.
The esteem in which the bateleur is held is echoed in the proverb ingqanga ifile ‘the bateleur is dead’, an expression used when a man of renown dies.
La estima en que se tiene al águila volatinera resuena en el proverbio ingqanga ifile, “el águila ha muerto”, expresión que se utiliza cuando fallece un hombre ilustre.



martes, 12 de marzo de 2013

Searching for Sugar Man



El fin de semana fuimos a ver la película Searching for Sugar Man. No teníamos más que una idea vaga sobre el argumento, pero la cosa prometía. ¿Qué puedo decir? No nos decepcionó en absoluto.

La historia que, aunque a veces no lo parezca, es real, nos emocionó. Estamos necesitados de relatos positivos, sin necesidad de finales empalagosamente felices, pero sí que te empujen a salir de la sala con el espíritu elevado y con un punto de esperanza.

No quiero desvelar mucho sobre el argumento. Simplemente: id a verla. Lo que me interesa contar es lo que significó para nosotros ver Cape Town en pantalla grande. ¡Pero si sale la tienda de discos en la que compramos unos cuantos CDs que están bastante bien!

Te das cuenta de la añoranza que despiertan los lugares, como cuando miras una foto vieja de unos cuantos años atrás. Los lugares, el tiempo, las personas y las cosas. Todo eso que vamos almacenando en el recuerdo y que de pronto salta a primer plano. Es una mezcla de alegría y de pinchazo de dolor. Donde estás ya no es el mismo lugar, ni el mismo momento, pero aún así das gracias porque sigue contigo en la fuerza del presente.

He aquí nuestras montañas


vistas desde el otro lado del mar.

Como canta Rodríguez  I wonder I wonder I wonder I do.

lunes, 25 de febrero de 2013

HUELLAS

¡Ay, cómo pasa el tiempo! Ya hace un poco más de dos meses que estamos en Barcelona.

Hemos estado regresando todo este tiempo, por eso no hemos escrito ninguna entrada en el blog.

Cuesta mirar atrás y pensar en nuestra vida en Ciudad del Cabo: una cotidianidad ha suplantado a otra.

También es verdad que, desde la distancia y echando de menos todo aquello, me doy cuenta de que en el fondo no hemos dejado nada, siguen con nosotros los amigos, las experiencias y las ganas de seguir recorriendo un camino que nos llevará de aquí allá, pasando por muchos muchos lugares (al menos eso espero).

A Sudáfrica volveremos. ¿Cómo puede ser de otra manera? Jose, de hecho, ya está preparando un viaje de seis semanas para hacer trabajo de campo y asistir a un congreso en Pitermaritzburg entre los meses de abril y mayo.

Pero antes de volver, hicimos una fiesta de despedida. Compramos un mantel de algodón y pinturas de colores para pedirle a los amigos, perros y gato que, entre bocado y bocado, nos dejaran sus huellas.

Y aquí están, bien visibles, las manos de aquellos que siempre sentimos cerca:



No vamos a cerrar este blog, aunque ya no lo actualizaremos tan a menudo, ahora nos centraremos en otro blog que teníamos un poco dormido y al que, por supuesto, os invitamos a participar: ESCUCHANDO CON LOS OJOS

En cualquier caso GRACIAS por acompañarmos en nuestra experiencia de dos años, y un poquito más, en la preciosa tierra del Cabo.

Un abrazo,
Jose y Helena